martes, 6 de julio de 2010

FRUTAS SECAS DE CASCARA Y SALUD

BENEFICAS PARA LA SALUD
En España, aproximadamente 3.500.000 personas padecen diabetes y las enfermedades cardíacas son una de las complicaciones asociadas.
Nueces para la diabetes estudios científicos y epidemiológicos, referencias más recientes recogidas en el libro "Frutos secos, salud y cultura mediterráneas", (autores, Jordi Salas-Salvadó, Pilar García-Lorda y Emilio Ros Rahola), en la mejora aparente de la sensibilidad a la insulina; un trabajo realizado entre la Unidad de Nutrición Humana del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, dirigida por el doctor Salas-Salvadó, y el Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), en Santiago de Compostela, evalúa el papel de los frutos secos en la inflamación y la resistencia a la insulina.
La inflamación crónica, primera etapa del proceso, está ligada de forma estrecha con la génesis de la resistencia a la insulina. La revisión informa de los mecanismos por los cuales algunos componentes bioactivos de las nueces en su conjunto, como el magnesio, fosforo, potasio, cobre, selenio, fibra, aminoácido L-arginina, vitaminas, proteínas, acido fólico, diversos antioxidantes y ácidos grasos mono insaturados, ácido grasos linoleico y alfa-linolénico, importantes para el crecimiento, desarrollo, controlando la presión arterial, respuesta inmunológica, coagulación sanguínea, proteger contra la inflamación y en consecuencia, disminuir la resistencia a la insulina. La Soc. Española de Nutrición Comunitaria recomienda un consumo diario de frutos secos de cáscara al natural, nueces, pistachos, piñones, almendras, avellanas, pipas de girasol, maní, en especial de nueces (de una a cinco raciones de 25 gr), por su papel protector no sólo en caso de problemas de corazón o hipercolesterolemia, como la disminución de LDL sino también por parte de quienes tienen diagnosticado diabetes, donde el magnesio puede disminuir la resistencia a la insulina.
Conclusión: estudios recientes demuestran que las personas que consumen nueces prolonga la vida dos o tres años más que los que no lo hacen.















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